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martes, 24 de febrero de 2015

HEPATITIS C – UNA ENFERMEDAD SUBVALORADA


Imagen del virus de la Hepatitis C en una medida de 50 nanómetros obtenida mediante Microscopio electrónico (Electron Microscopy of HCV).  [nm = nanómetro = un billonésimo de metro] - crédito: Wikipedia

La Hepatitis C es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente al hígado; es causada por el virus de la hepatitis C (VHC). La infección aguda es por lo general asintomática, pero la infección crónica puede producir lesión en el hígado y a la larga originar cirrosis. En algunos casos, los pacientes con cirrosis también presentan insuficiencia hepática, cáncer de hígado y varices esofágicas potencialmente fatales.

En el mundo mueren más personas a causa del Virus de la Hepatitis C, que por el SIDA, pero aún así, es menos conocida. Su efecto es pernicioso para el hígado, órgano al que puede dañar severamente originando cirrosis y cáncer hepático. Nuevas terapias ofrecen esperanzadoras posibilidades de recuperación, aunque por el momento su elevado precio las hace poco accesibles para la población general.
De avance discreto, pero dañino, en el mundo la Hepatitis C cobra anualmente, la vida de 350.000 personas y existen 150 millones de pacientes contagiados de forma crónica.

 En Chile, la prevalencia de la enfermedad es baja, tan solo el 0,01% de la población según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2009-2010. Sin embargo, dicha cifra es discutible, ya que muchas personas viven con la infección sin saberlo.
“Este virus, al entrar al cuerpo, en la mayoría de los casos no produce síntomas, ya que infecta al hígado y lo va deteriorando de a poco en forma silenciosa. Por eso se lo ha llamado la epidemia silenciosa”, explica el doctor Alejandro Soza, profesor asociado de la Facultad de Medicina UC y gastroenterólogo especialista en patología hepática de Red de Salud UC CHRISTUS.

Medios de contagio
Según los datos del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud de Chile,  la tasa de hombres contagiados es mayor que la tasa de las mujeres (entre 2001 y 2013); en ellos, el grupo  etario más afectado es el que va de los 55 a 59 años, mientras que en el sexo femenino la proporción de infectadas  es mayor  sobre los 65 años de edad.
Esto se puede explicar debido que en Chile, hasta el año 1996, los bancos de sangre no hacían el test del virus de la hepatitis C (VHC) antes de transfundirla, siendo las transfusiones su principal medio de contagio.

Aunque menos habituales, otros factores de riesgo para contraer la enfermedad son la realización de tatuajes o piercings en establecimientos no certificados, que carecen de áreas debidamente higienizadas y en los que el material se reutiliza.
“También puede contagiarse a través de inyecciones o procedimientos médicos con insumos no esterilizados correctamente. Es muy raro que se trasmita por vía sexual, salvo en ciertas condiciones especiales, como en personas que además, tienen VIH positivo, SIDA, u hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres. Pero por lo general, en personas heterosexuales es muy infrecuente”.

Recomendaciones diagnosticas
“En Chile se estima que hay aproximadamente 50 mil personas infectadas, de las cuales la gran mayoría no lo sabe. Por eso hoy en día se recomienda que todos aquellos que hayan tenido una transfusión antes del año 1996, que hayan sido trasplantados previo a esa fecha o que hayan compartido jeringas por uso de drogas intravenosas, se hagan un análisis de sangre para detectar el VHC” – detalla el especialista - . “Además, en las nuevas guías de manejo de la hepatitis C del Ministerio de Salud se sugiere que todas las personas mayores de 45 años se realicen este examen a lo menos una vez en la vida”.

El Dr. Soza afirma que este plan de detección es fundamental ya que se estima que el 90 % de los casos de quienes padecen hepatitis C en el país, no está diagnosticado. “Son personas que hacen una vida normal, que están bien y se sienten bien, pero que tienen este virus que les está dañando el hígado de forma soterrada”.

La esperanza es el tratamiento
En los últimos 20 años la terapia para tratar esta enfermedad ha consistido en el uso de dos medicamentos combinados (uno inyectable y otro oral). La posibilidad de curación alcanza del 30 al 40 % de los casos, lo que a juicio del Dr. Soza “Es bastante limitada y el tratamiento tiene muchísimos efectos adversos. Produce fiebre, decaimiento, importante cansancio, puede generar anemia, disminución de los glóbulos blancos, problemas a las tiroides, síntomas gastrointestinales, alergias en la piel. Es un tratamiento difícil, al extremo que muchas personas lo comparan con una quimioterapia. Es bastante mal tolerado y exige controles mensuales durante un año por lo menos”. Esto hace que muchas veces los pacientes desarrollen una depresión y requieran una terapia anexa para controlar su estado anímico.

Sin embargo, en el año 2013 y luego de más de 10 años de investigación, se comenzó a trabajar en un nuevo tipo de tratamiento con antivirales que bloquean ciertas proteínas del virus y cuyo potencial de curación es del 95 al 99 %.
Este ya fue aprobado en los Estados Unidos y consiste en píldoras que se toman en promedio, durante 3 meses. “Adicionalmente casi no tiene efectos colaterales. Entonces es un cambio completo de paradigma. Estamos curando personas y evitando que lleguen a la cirrosis, al trasplante, con una terapia que es muy bien tolerada y altamente efectiva” – asegura el Dr. Soza – “El problema es su alto precio que es cercano a los sesenta millones de pesos (aprox. U$ 100.000). Por ello, la Organización Mundial de la Salud está liderando algunos esfuerzos para hacer que estas terapias sean accesibles a precios menores, lo que se ha logrado en países como Egipto y Brasil. De hecho, nuestra Universidad, en conjunto con la Asociación Chilena de Hepatología y con algunas agrupaciones de pacientes, estan trabajando con el Min isterio de Salud para conseguir que estos fármacos sean asequibles  en el país y estén incorporados en las canastas del Plan AUGE”.

Sintomatología
Muchos pacientes con hepatitis C no tienen sintomas, sin embargo, algunos pueden presentar ciertas molestias:Cansancio, Náuseas, Pérdida del apetito, Dolor abdominal.
En los casos más severos: Coluria (oscurecimiento de la orina), Acolia (deposiciones de color claro), Ictericia (color amarillento en los ojos y piel), Ascitis (Acumulación de líquido en el abdomen o pierna (edema), vómitos con sangre de color negro, Encefalopatia Porta (confusion mental) 

Trasmisión
Hepatitis A: A través de los alimentos, al comer productos contaminados con deposiciones (verduras regadas con aguas servidas), mariscos infectados con aguas servidas.
Hepatitis B: A través del traspaso de sangre en forma similar a la C, pero a diferencia de esta, su más frecuente vía de contagio es la trasmisión sexual.
Fuente: Revista Salud UC Enero-Febrero 2015 (colaboración del Dr. Alejandro Soza-Gastroenterología) / www.Hepatitis.cl / Wikipedia